La bonita villa medieval de Óbidos es un pueblo muy bien conservado, con cuidadas y fotogénicas callecitas. Aunque a mí la calle principal me decepcionó (está a rebosar de tiendas de recuerdos y restaurantes), si te sales de ahí, la localidad está llena de rincones con verdadero encanto.
Qué hacer:
Un par de horas son ideales para visitar esta localidad con calma, teniendo en cuenta que te querrás parar en cada esquina a hacer fotos. Mi mejor recomendación es que la pasees sin prisas, deambulando por sus cuidadas calles para descubrir el Óbidos más auténtico. Aún así, no debes dejar de:
- Acercarte a las murallas y recorrer un pequeño tramo para llevarte otra perspectiva de Óbidos.
- Entrar en la librería que esconde la Iglesia de São Tiago.
- Contemplar la Praça de Santa Maria.
- Llegarte a las ruinas del Castillo de Óbidos, al final del pueblo.
Cómo llegar:
Óbidos se encuentra a 80 km al norte de Lisboa. Para mí, la mejor opción es incluirla en un road trip por Portugal.
Dónde aparcar:
Lo mejor es que aparques el coche en alguno de los estacionamientos de las afueras, ya que el casco histórico es peatonal. Aquí os dejo dos enlaces a Google Maps para que podáis llegar sin problemas: parking 1 y parking 2.
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